Estrellas de David dibujadas en la sangre de los palestinos asesinados en el campo de refugiados de Yabaliya. (Abid Katib/Getty)
— En Zeitoun, una bomba del ejército terrorista israelí asesina a entre 60 y 70 miembros de un mismo clan familiar.
— Ocho mujeres judías ocupan el consulado de Israel en Toronto para protestar por el genocidio de Gaza. Por supuesto, han sido detenidas.
— Javier Solana, con una enorme responsabilidad en el embargo y las matanzas, propone un golpe de Estado desde fuera y devolver el poder a la ANP. Abbas se frota las manos con la sangre de Gaza y besa agradecido los pies de Olmert mientras sus milicias reprimen duramente cualquier manifestación de apoyo a Gaza en Cisjordania. Una vez más, los colaboracionistas del Petain palestino negocian con sus amos y se reparten el pastel sin tener en cuenta a los habitantes y los líderes democráticamente electos de Gaza. Una vez más, la propuesta equivale a una inaceptable rendición y una obscena sanción de las matanzas. Mientras, el tiempo corre. De eso se trata, ¿no?
— Un magnífico artículo de Robert Fisk, Why do they hate the West so much, we will ask: "What is amazing is that so many Western leaders, so many presidents and prime ministers and, I fear, so many editors and journalists, bought the old lie; that Israelis take such great care to avoid civilian casualties. "Israel makes every possible effort to avoid civilian casualties," yet another Israeli ambassador said only hours before the Gaza massacre. And every president and prime minister who repeated this mendacity as an excuse to avoid a ceasefire has the blood of last night’s butchery on their hands. Had George Bush had the courage to demand an immediate ceasefire 48 hours earlier, those 40 civilians, the old and the women and children, would be alive".
— Avi Shlaim, profesor de relaciones internacionales en Oxford y reservista del ejército israelí, habla alto y claro en un artículo de lectura imprescindible, How Israel brought Gaza to the brink of humanitarian catastrophe: "Israel likes to portray itself as an island of democracy in a sea of authoritarianism. Yet Israel has never in its entire history done anything to promote democracy on the Arab side and has done a great deal to undermine it. Israel has a long history of secret collaboration with reactionary Arab regimes to suppress Palestinian nationalism. Despite all the handicaps, the Palestinian people succeeded in building the only genuine democracy in the Arab world with the possible exception of Lebanon. In January 2006, free and fair elections for the Legislative Council of the Palestinian Authority brought to power a Hamas-led government. Israel, however, refused to recognise the democratically elected government, claiming that Hamas is purely and simply a terrorist organisation".
— Foreign Policy, tan poco sospechosa de veleidades propalestinas, incluye un esclarecedor y excelente artículo de Marc Lynch, ... and the winner is (speech!): "The way this crisis is playing out shows the bankruptcy and strategic dangers of trying to simply reduce Hamas to part of an undifferentiated "global terrorist front". The Muslim Brotherhood, from whence Hamas evolved twenty years ago, is no friend of the United States or Israel but is nevertheless one of al-Qaeda's fiercest rivals".
— ¿Dónde está Reporteros sin Fronteras? Parece ser que la gran democracia de Oriente Medio va a permitir la entrada de ocho periodistas: por supuesto, empotrados y sometidos a su férreo control. Esperemos que haya alguno valiente que no se conforme con vomitar la nauseabunda propaganda del Tsahal.
— Últimas cifras ofrecidas por al-Yazira: más de 700 palestinos muertos (219 niños) y más de 3.100 heridos.