La odisea de los libros
Vuelvo a traer aquí, después de ver la bellísima serie japonesa que publica hoy, uno de los blogs que más me fascinan. Uno podría quedarse a vivir en él: BibliOdyssey
Vuelvo a traer aquí, después de ver la bellísima serie japonesa que publica hoy, uno de los blogs que más me fascinan. Uno podría quedarse a vivir en él: BibliOdyssey
Allá en al-Qaida se quedó encallado este blog. Para los "bien pensados", no estoy de vacaciones en un paraje inhóspito o un entorno paradisíaco, sino todo lo contrario. La conjunción entre un exceso de trabajo y no tener conexión regularmente es la que me impide actualizar el blog con la frecuencia que quisiera. Pero volveremos en cuanto amaine la borrasca.
Cuídense.
Imagen vía Maquinaria de la Nube
Hace unos días leí sobre una iniciativa para apadrinar palabras que están cayendo en desuso y evitar su eliminación del DRAE. Escritores, políticos y mortales comunes han ido añadiendo sus propuestas, bastante sorprendentes. Nunca habría dicho que palabras como “avatares”, apadrinada por Rajoy, o “remiendo”, apadrinada por Durán i Lleida, se encuentren en desuso o en vías de extinción. Mi impresión fue que la iniciativa era puramente anécdótica, un divertimento que permitía disfrutar de un listado de palabras y despertaba la curiosidad sobre algunas de ellas. En tanto que entes vivos, las palabras nacen, evolucionan y mueren. El uso manda.
He cambiado de opinión tras leer este artículo en el El País Semanal. Después de ver cómo los gurús especializados en “estilos de vida” y los cazadores de consumidores utilizan el término “impar”, he decidido apadrinar sentimentalmente la palabra “solo/a” por miedo a que acabe borrada del mapa debido a una nueva estupidez supina. Ahora todo aquel que no vive en pareja, o sea, vive solo, es un "impar". Y descubrimos que "los impares son un negocio", y que hay viajes para “impares”, fiestas para “impares”, cursos para “impares”, y hasta se vive una vida “impar”.... Quién sabe por qué extraños mecanismos mentales, cada vez que leo el término “impar” en este contexto, cuyo sinónimo parece ser single (viva la originalidad), no puedo evitar pensar en el número 3, con lo que se me desbarata todo el sentido de tan profundas reflexiones sobre los codiciados "impares". Curiosa nuestra costumbre de exportar cuanta estupidez salta a la palestra. Que no cuenten conmigo para poner de moda semejante engendro semántico. Creo que empiezo a comprender por qué un excéntrico profesor nos espetaba como máximo insulto "usted es un préstamo lingüístico".
Disculpas por el simpar desahogo.
Jesús ha perdido su banco y aquí, como cada fin de semana, le están asestando un zarpazo a las olas. Mi madre dice que me hago vieja [sinónimo de intolerante]... Será. Acostumbrada a que el único sonido nocturno sea el arrullo del mar, resulta difícil abstraerse cuando las hordas del botellón invaden la lengua rocosa que se adentra desde la playa en el mar para iniciar la habitual batalla de gritos guturales ininteligibles. Los paleontólogos de Atapuerca están perdiendo una oportunidad única de profundizar en el origen del habla en los humanos. Es en estas regresiones nocturnas donde se oculta la clave.
La reunión tribal en torno al fuego y el kalimotxo consiste en proferir una serie de prolongados gritos monosilábicos (ué, oé, iá, uú), seguidos por la recitación mimética, cual dikr sufí, de la serie constante "hijo de puta-cabrón-que te den por culo-ahí va la hostia". A intervalos fijos, se intercalan cánticos deportivos a pleno pulmón ("a por ellos, oé", "campeones, oé") y una serie de aullidos femeninos que recuerdan el ulular de las brujas de El satiricón. En este largo verano, la única innovación perceptible me despertó pasadas las 5 de la mañana: una interpretación íntegra a capella del Bandiera Rossa en castellano. Tuve que salir a la terraza para cerciorarme de que no estaba soñando, no había comenzado una revolución bajo los auspicios de la IV Internacional (lisérgica mente la mía) o no me había abducido el libro que leía en aquel momento: Me casé con un comunista.
Será que me estoy haciendo vieja, sí, pero no deja de resultar inquietante la retórica de las botellas haciéndose añicos contra las rocas.
BibliOdyssey: litografías, grabados, caligrafías, manuscritos, ilustraciones. Una impresionante colección de imágenes comentadas y con numerosos enlaces.
Library Map Collection: colección de mapas, antiguos y modernos, históricos y físicos, de la Biblioteca de la Universidad de Texas.
Kargah: web en la que se recogen las obras de los artistas iraníes. Pintura, escultura, fotografía, caligrafía, cómic y diseño gráfico.
Hoy ha muerto, a los 83 años, Fernanda de Utrera, la reina de la soleá. Cante grande de mujer.
Buen viaje, Fernanda.
En tanto que espejo, un blog no es sino una sucesión de imágenes verbales atrapadas en el espacio-tiempo, una red distributiva que interconecta de forma descentralizada diferentes experiencias intelectuales y personales pasadas y presentes, contextos puntuales complejos y las cambiantes obsesiones e intereses de quien lo escribe. Este blog, una mórula que tal vez nunca llegue a convertirse en embrión, ha experimentado un proceso evolutivo marcado por abruptas interrupciones y constantes mutaciones en sus genes. Y es posible que su desarrollo nunca llegue a concretarse.
Por razones tan prosaicas como un exceso de trabajo, no sé en qué medida ni con qué frecuencia voy a poder actualizarlo en los próximos meses. No me va a resultar fácil. Como Ulises, voy a tener que pedir que me aten al palo mayor de la trirreme para no sucumbir al canto de las sirenas, y más cuando confieso que ha tenido un efecto terapéutico poder compartir mis impresiones sobre una guerra que tanto me afecta directa y personalmente. Pero como la última vez que anuncié un breve silencio tardé más de seis meses en volver, aprovecho ahora, por lo que pueda pasar, para dar las gracias a quienes lo leen y a quienes aportan sus valiosas opiniones, y también para anunciar que, mientras no se descubra un antídoto contra el eclectisismo, es posible que este blog siga navegando a la deriva sin atravesar nunca una bocana y fondear al abrigo de un puerto seguro.
¡Felices vacaciones!
Para Black ;-)
Ha sido un ayuno de palabras largo. La tectónica de la vida. Pese a que las placas se resisten a encajar y los movimientos y vaivenes siguen siendo impredecibles, trataré de retomar el blog, algo que no será fácil porque el tiempo no parece transcurrir cuando se trata de los asuntos de este retorcido mundo.
Y para empezar, un interesante artículo del economista indio Amartya Sen en el que reflexiona sobre dos falacias: la tesis del choque de civilizaciones y su antítesis, la alianza de civilizaciones: ¿Qué choque de civilizaciones?
Shamma pagó un alto precio por hablar públicamente en contra de las injusticias [durante el régimen de Saddam]: "Pasé 170 días en la cárcel y fui condenado a muerte sin tener derecho a un juicio. Hasta el mismo día en que se iba a ejecutar mi sentencia el gobierno no respondió a las demandas de las organizaciones nacionales e internacionales que pedían mi libertad, ya que se dieron cuenta de que si me mataban podían tener problemas, sobre todo porque no había nada de lo que realmente pudieran acusarme. Y decidieron darme una lección matando a mi hermana y a sus cuatro hijos justo antes de liberarme. [...]
Saddam no es diferente de cualquier otro dictador árabe. En todos los estados árabes abundan los asesinatos y encarcelamientos por motivos políticos y, actualmente, ninguno es totalmente libre en el mundo árabe. Los fines de la invasión estadounidense son exclusivamente políticos y estratégicos y no tienen nada que ver con la democracia. La prueba de ellos es que los soldados estadounidenses registran de forma rutinaria a los denominados dirigentes cuando entran en los edificios gubernamentales. Simplemente con esto ya sabemos quien detenta el poder. Si Saddam hubiera un sido un santo, los estadounidenses habrían hecho lo mismo. Toda esa palabrería de libertad y democracia no es más que mentiras"