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Algarabía

Botellón

Jesús ha perdido su banco y aquí, como cada fin de semana, le están asestando un zarpazo a las olas. Mi madre dice que me hago vieja [sinónimo de intolerante]... Será. Acostumbrada a que el único sonido nocturno sea el arrullo del mar, resulta difícil abstraerse cuando las hordas del botellón invaden la lengua rocosa que se adentra desde la playa en el mar para iniciar la habitual batalla de gritos guturales ininteligibles. Los paleontólogos de Atapuerca están perdiendo una oportunidad única de profundizar en el origen del habla en los humanos. Es en estas regresiones nocturnas donde se oculta la clave.
La reunión tribal en torno al fuego y el kalimotxo consiste en proferir una serie de prolongados gritos monosilábicos (ué, oé, iá, uú), seguidos por la recitación mimética, cual dikr sufí, de la serie constante "hijo de puta-cabrón-que te den por culo-ahí va la hostia". A intervalos fijos, se intercalan cánticos deportivos a pleno pulmón ("a por ellos, oé", "campeones, oé") y una serie de aullidos femeninos que recuerdan el ulular de las brujas de El satiricón. En este largo verano, la única innovación perceptible me despertó pasadas las 5 de la mañana: una interpretación íntegra a capella del Bandiera Rossa en castellano. Tuve que salir a la terraza para cerciorarme de que no estaba soñando, no había comenzado una revolución bajo los auspicios de la IV Internacional (lisérgica mente la mía) o no me había abducido el libro que leía en aquel momento: Me casé con un comunista.

Será que me estoy haciendo vieja, sí, pero no deja de resultar inquietante la retórica de las botellas haciéndose añicos contra las rocas.

4 comentarios

algarabia -

Hola, Noe, y bienvenida.
Pues estamos de acuerdo. Yo también defiendo el botellón visto como anda el "mercado del ocio",y me parece estupendo reunirse con los colegas en la playa en lugar de en un garito cerrado, lo que no acabo de entender es que placer obtienen los de mi botellón particular (que habrá otros menos cafres) gritando como bestias y rompiendo botellas. Me temo que me ha tocado la brigada de idiotas, porque ayer viernes, a más tarder, silbaron enterito el "Cara al sol".
Yo sólo pido que me dejen hacer un casting para elegir a los que se instalan debajo de mi ventana ;-)

un beso

Noe -

Algarabía, querida:
Me decido a participar por fin en tu blog (que hace semanas que sigo). Y lo hago para comentarte que, pese a sufrir en propias carnes los ruidos de borrachuzos de toda índole (sabes que no vivo precisamente en el campo), intento persistir en la defensa política del botellón (cierto que cada día me cuesta más, lo admito). Sabes perfectamente que en esta ciudad nuestra, que también era la tuya hasta hace poco, tomar una copa a partir de las dos y media de la madrugada puede costarte entre siete y diez euros, eso en salas "populares" . Mi hermano gana poco más de ochocientos, y por ahí andan los sueldos de sus colegas (de los que curran, que no todos lo han conseguido). O tiran de botellón, o se vuelven a casa a las dos y media en el Nit-bus. Me temo que si pudieran tomarse esa copa a precios decentes en un local, no serían tan masoquistas de hacerlo en un banco, mucho menos en pleno diciembre, por ejemplo.
En fin, un placer leerte.
Noe.

algarabia -

Hola, Jesús. Pues eso.
Que no digo yo que en los botellones se tenga que hablar de Wittgenstein, que yo soy la primera que cuando salgo me desmeleno, pero de ahí a emular cada noche el comienzo de 2001 Una odisea del espacio...
Supongo que habrá botellones en los que mantendrán algún tipo de "conversación" sobre algún tema, pero deben hacerlos en algún otro punto de la costa. A mí me han tocado los hooligans neandertales.
Y sí, es sospechoso que haya habido grandes movilizaciones para los macrobotellones y apenas haya ido nadie a las sentadas por una vivienda digna... Algo pasa.
Claro que no es nada malo hacerse viejo, jeje, salvo cuando te lo recuerdan para muy sutilmente llamarte "intolerante" o "carca". ;-)

jclavijo -

Si al menos reivindicaran algo... No sé, pero si se aprovechara la capacidad de movilización y concentración que tiene el botellón para que la gente se implicara en algo, más allá de ensuciar...

Pues ahora que lo dices, entre lo del banco y que ya no voy a botellones... me estaré haciendo tb. viejo. ¿Pero eso no tiene nada de malo, no?