La gauche divine
Hoy ha tocado a su fin el mandato de Joan Clos, más conocido como Joan Clos van Damme por quienes hemos padecido de forma dolorosa y directa su nefasta gestión, su prepotencia y sus patológicos delirios de grandeza en una degradada Barcelona. Promotor del Parque Temático Barcelona S.A., impulsor y ejecutor de una Ordenanza Cívica (Ley de Vagos y Maleantes en versión diseny) que para sí quisieran los próceres de la derecha recalcitrante, artífice del timo a gran escala monetaria e ideológica del Forum y entusiasta irrefrenable de la especulación inmobilaria y del turismo hortera y etílico (por algo nos han otorgado el título de capital mundial de las despedidas de soltero), hoy Clos ha comenzado su andadura como flamante ministro de Industria, sustituyendo a un Montilla que se despedía con salvas que anunciaban la posible aplicación de la censura en Internet. Siempre en vanguardia. Aunque no confío lo más mínimo en su capacidad para hacer algo que realmente permita avanzar a un país que no acaba de librarse de un atraso tecnológico endémico y que se sustenta en el ladrillo y el turismo en detrimento de la I+D o la promoción de cualquier iniciativa innovadora, espero que, a estas horas, al menos se haya enterado ya de cuál es el cargo que ocupa:
"Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir fielmente las obligaciones del cargo de ministro de 'Justicia', Turismo y Comercio, con lealtad al rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado", Joan Clos.
2 comentarios
algarabia -
Un beso
Black -