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Algarabía

Alf laila wa laila (1001 noches)

Sant Jordi

Sant Jordi Contra la lectura

Se acerca el Día del Libro y no son pocos los inconscientes que aprovechan para recomendar la lectura, aunque sea de un libro de cocina. Ante tanta papanatada acerca de los mundos que se abren cuando uno abre un libro y el placer casi sexual de acariciar un viejo tomo de cuentos de Chejov, creo conveniente recordar los peligros que trae consigo eso de leer, por mucho que esté de moda.
Hay que comenzar por lo evidente: leer le deja a uno ciego para cualquier cosa que no sea el libro. Mucho se ha hablado acerca de la posibilidad de prohibir fumar mientras se conduce, pero es que conducir mientras se fuma sustancias ilegales, estando completamente borracho y hablando por el móvil es más seguro que hacerlo mientras se lee. Es que uno no debería ni cruzar la calle con un libro en las narices, al no poder asegurarse de que el semáforo está realmente en verde.
Por tanto y de entrada, leer puede matar.
La lectura afecta además al cambio climático. Por supuesto, de forma negativa. Y es que por cada libro que se edita hay que talar decenas de árboles que dejarán, evidentemente, de fabricar oxígeno. Leer en una pda no ayuda, ya que esto contribuye a incrementar el consumo de energía. Por supuesto, también aumenta este consumo el procesamiento que requiere el reciclaje de papel.
Leer contribuye asimismo a aumentar las desigualdades. Cuando alguien lee y otro no lo hace, crece la brecha entre cultos e incultos, dejando (en principio) en clara desventaja a estos últimos. Por otro lado, donde más se lee es en los países ricos, ya que en los pobres bastante tienen con sobrevivir al dictador de turno. Por tanto, habría que dejar de leer por solidaridad con el tercer mundo. De este modo les daríamos a los países pobres tiempo suficiente para alcanzar nuestro nivel cultural, en caso de que esto sea necesario y deseable, cosa aún muy discutida.
Los libros incluso aumentan el índice de criminalidad. Cabe recordar que son relativamente pocos quienes se atreven a robar una joyería o tirarle del bolso a una ancianita. Pero son más los que no dudan en meterse un libro bajo el abrigo y largarse sin pagar, aun en el caso de que la librera sea una viejecita y el autor un antiguo joyero como Juan Marsé.
Esto de robar libros causó estragos hará veinte o treinta años: casi todos los miembros de la generación que ahora tiene entre cuarenta y cincuenta relatan cómo robaron un libro en una librería de viejo parisina. En caso de que al menos la mitad sean sinceros, la mayoría de librerías de viejo de París habrá quebrado, sin que a nadie le importen los hijos hambrientos de los dueños.
Por otro lado, ¿qué hay de los lectores pasivos? Todos hemos tenido que soportar en alguna reunión de amigos al típico pesado que dice algo así como "precisamente leía el otro día que los delfines no son tan inteligentes como se dice" o "esto me recuerda a esa divertidísima novela de Wodehouse en la que". A ver. Cada uno puede hacer con su cerebro lo que quiera. Martillearlo, agujerearlo, estudiar para dentista o incluso llenarlo de letras. Pero los demás no tenemos la culpa, no tenemos por qué sufrir lo que uno piense acerca de La Metamorfosis o si el Quijote habla en realidad de lo duro que es ser un podólogo frustrado.
Sin duda, hay aún más motivos para no leer. Aunque con estos yo creo que bastaría para plantearse una posible prohibición. En todo caso, valgan a modo de advertencia a los incautos que se dejan manipular fácilmente por los medios de comunicación y podrían acabar comprando algún libro este sábado --aunque sea de cocina-- y, horror, leyéndolo. Sí, los escritores también tienen derecho a comer, no lo niego, pero que se busquen un trabajo digno que no perjudique a los demás. Que piensen que una de sus hijitas pequeñas e indefensas podría acabar leyendo uno de sus libros. Y, en consecuencia, muriendo en un terrible accidente de tráfico.

http://jaime.antville.org

Heresy

Heresy He sewed his eyes shut because he is afraid to see.
He tries to tell me what I put inside of me.
He’s got the answers to ease my curiosity.
He dreamed up a God and called it christianity.
Your God is dead and no one cares.
If there is a hell, I will see you there.
He flexed his muscles to keep his flock of sheep in line.
He made a virus that would kill off all the swine.
His perfect kingdom of killing, suffering and pain.
Demands devotion atrocities done in his name.
Your God is dead and no one cares.
Drowning in his own hypocrisy.
And if there is a hell, I will see you there.
Burning with your God in humility.
Will you die for this?


–Nine Inch Nails

Najjar

Najjar Para huir del resurgir de la Falange, de esos flashbacks con que nos obsequian los recalcitrantes defensores de la moral y el orden que de nuevo asaltan librerías brazo en alto, para escapar de la catequización masiva, el parque temático Vaticano y las homilías del cardenal Ratzinger, propongo una visita a la bellísima web del artista alemán Michael Najjar. La página incluye su obra gráfica y también reportajes fotográficos de diferentes países.

Mientras escribo esto, oigo el repicar de campanas que anuncia la elección de un nuevo papa. Crujen los miembros en los potros de la Santa Inquisición. Show must go on.

Tu cuerpo es un campo de batalla

Tu cuerpo es un campo de batalla Quien, en esta semana de remordimientos y privaciones, no esté dispuesto a renunciar a los pecados de la carne, aquí tiene algunas cositas para ver.

Aunque Bjork no es santo de mi devoción, salvo en la película Bailando en la oscuridad de Lars von Trier, merece la pena ver el sensual vídeo de su canción Cocoon.

Cambiando de paso nazareno, Iron Maiden ofrece en su web un divertido vídeo de sombras chinescas en el que dos manitas enamoradas se lo pasan en grande: An x-rated tale of two monkeys in love. (Gracias, Paulo.)

Y para acabar, un paseo por la imprescindible y mordaz obra de Barbara Kruger.

A disfrutar.

Ku Klux Klan

Ku Klux Klan Pilar Manjón, plañidera mayor del Reino

"Era obligada la visita a Pilar Manjón, plañidera mayor del Reino, para obsequiar a las víctimas de su asociación, la asociación fetén, por muy minoritaria que sea, con sonrisas y mercedes. A las demás víctimas, a la mayoría, que las zurzan."

Luis María Ansón, diario La Razón.

La extrema derecha

"El lenguaje, el estilo, la agresión moral, la amenaza propias de la extrema derecha están representadas legalmente por el partido popular. No les hace falta más, por ahora".

Eduardo Haro Tecglen, Cadena SER.

Rosemary's Baby

<em>Rosemary's Baby</em> "En esto consiste la sabiduría: el que tenga entendimiento, calcule el número de la bestia, pues es número de un ser humano: seiscientos sesenta y seis."
Apocalipsis: 13, 6, 18

Resaltadas en pintura roja, unas palabras me saludan cada vez que abro la puerta y salgo al rellano de la escalera, "¡Viva Satán!", rematadas por una cruz invertida y el número de la bestia: 666. Creyentes como son mis vecinos, que adornan las puertas de sus casas con la basmallah ("En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso") o con un más kitch "I Love Cristo", según preferencias, me pregunto si en el piso vacío de al lado no se habrá instalado la familia Castevet de La semilla del diablo. A partir de ahora, me mantendré alerta para evitar ser inseminada una noche oscura por un macho cabrío. No quisiera tener que mecer dentro de nueve meses una cuna de tul negro.

Banda Sonora: The Number of the Beast, Iron Maiden