Blogia
Algarabía

Por un puñado de riales

"Madrid aprendió de la experiencia de la guerra cómo amar la paz, y de la experiencia del odio cómo abrazar el amor, y de la experiencia de la penuria cómo trabajar por el bienestar."

--Abdulá bin Abdelaziz, monarca absoluto de Arabia Saudí.

Hay momentos en los que a una le resulta imposible reprimir la emoción y no anegar el teclado de lágrimas. La imagen de Gallardón entregando las llaves de la capital al teócrata wahhabí es capaz de conmover a las mismísimas piedras. Ni una sola recriminación de los próceres del PP y del PSOE allí presentes. Andan ellos muy preocupados por el "autogolpe" de Hamas en Gaza y por las violaciones de los derechos humanos en Cuba. De creer lo que cuentan los medios, con un servilismo similar al que muestran hacia su homólogo español, estamos ante un personaje elegido democráticamente en una nación en la que todos los ciudadanos gozan de los mismos y amplios derechos (pueden preguntar a las mujeres y los homosexuales), en la que ha sido abolida de facto la esclavitud (ahí están los filipinos, sirios o egipcios manumisos), en la que los astronómicos ingresos del petróleo no pertenecen a toda una prole de príncipes y princesas ociosos. De los derechos humanos -lapidaciones, amputaciones, decapitaciones y flagelaciones públicas las tardes de los viernes- y de la represión sistemática y violenta de toda forma de oposición, mejor no hablamos. Tampoco de su generosa financiación de grupos, imames y mezquitas extremistas por todo el orbe (¿saben ustedes cuál es la nacionalidad de los imames que aplican actualmente la sui generis versión wahhabí de la sharia en Nigeria? A ver si lo adivinan).

Nos visita un demócrata de los de toda la vida y nosotros deplegamos la alfombra roja y llenamos la mesa de manjares para agasajarle. Como anfitrión, su hermano de oscuras correrías, Juan Carlos. Si quieren saber cuál es el baremo por el que se mide actualmente el grado de "democracia" de un Estado, lean: España y Arabia Saudí juntan 4.000 millones para invertir en energía e infraestructuras.

Perdonen el sascarmo. Si hubiese dando rienda suelta a mis pensamientos, me habrían vetado de por vida la entrada en el reino saudí. (Se me olvidaba que sólo pueden acceder las mujeres extranjeras si van acompañadas de su padre, marido o hermano...)

  •  PD. En 2005 "La noche temática" emitió un magnífico documental que recorre toda la historia de Arabia Saudí, "La casa de los Saud", de la directora egipcia Jihan Tahri. De momento, sólo lo he visto disponible en Dailymotion en francés ("La maison des Saoud) y en inglés ("The House of Saud"). No se lo pierdan. La próxima semana comienzo a leer el libro de Madawi al-Rasheed, Historia de Arabia Saudí. Ya iré contando.

3 comentarios

Moeh -

Menudos impresentables...

algarabía -

Ahlan wa sahlan, ya Abenyusuf!
Por desgracia, más que custodio de los Haramain, se podría hablar del especualador inmobiliario de los Haramain. Es increíble lo que están haciendo en La Meca: destruyendo yacimientos arqueológicos, tumbas y lugares históricos para construir inmensos parkings, rascacielos y centros comerciales. La Kaaba va a acabar cercada por los Macdonalds.
http://www.webislam.com/default.asp?idn=9055

Y sí, es una vergüenza que se le reciba con honores y se le conceda el Toisón de Oro. ¿Cuáles son sus méritos? ¿Su amistad y negocios con el monarca español? ¿Su valiente aplicación de los derechos humanos en el país más segregado sexualmente del planeta?
Lejos de ser parte de la solución del polvorín de Oriente Medio, Arabia Saudí es parte del problema.
Por no hablar del daño que hace al islam la versión rigorista, sectaria y maniquea que exporta por todo el mundo.

Ila l-iqah!

Abenyusuf -

Salam,
O.K., lo del Custodio de los Haramain recibiendo honores en Madrid es inadmisible. ¡Apoyemos a las feministas saudíes!
Ma'a assalâma