El viaje del emperador
Barak Obama, Tzipi Livni y Ehud Barak, trío de ases
Barak Obama ha visitado los Territorios Ocupados, y lo ha hecho desde un helicóptero y con Ehud Barak como imparcial guía. Algo similar a visitar Soweto desde el aire durante el apartheid con Botha como entusiasta anfitrión. Nada de visitar los campos de refugiados cercados por colonias de fanáticos ultraortodoxos armados hasta los dientes, nada de hablar con quienes padecen un embargo brutal que condena a la mayoría de los palestinos (no a la elite colaboracionista de Ramala) al hambre y la enfermedad y que ha provocado un retroceso sin precedentes, segun informa hoy la propia ONU, nada de ver en persona la destrucción sistemática y respirar la opresión y la violencia que ejerce el Estado israelí sobre la población. Hace unos días veíamos las imágenes de un soldado israelí disparando a bocajarro balas de goma a un manifestante palestino esposado y reducido. Días después de que ese mismo Ehud Barak fingiera estar escandalizado (pese a tener sangre aún fresca en sus manos), el soldado ha sido excarcelado y se ha reincorporado a su unidad. Y para rematarlo, el ejército israelí ha detenido al padre de la niña que tomó esas imágenes gracias a las cámaras que reparte B’Tselem para que los palestinos puedan documentar las constantes atrocidades cometidas por los soldados.
Durante su baño de masas en Berlín, Obama ha pedido "derribar los muros que separan razas y tribus, nativos e inmigrantes, cristianos, musulmanes y judíos". Palabras vacías, burda propaganda para adornar un ostentoso espectáculo político-mediático. De otro modo, Obama no las habría pronunciado hoy en una ciudad cuyo muro fue derribado hace casi 20 años, sino ayer ante un muro en constante expansión que pudo ver desde el helicóptero: el del apartheid israelí. El emperador puede estar satisfecho de su gira y de su legión de seguidores y hagiógrafos. Dicen que los afganos esperan ansiosos la llegada de miles de refuerzos y ya están celebrando su inminente salida del largo tunel al grito de "¡Larga vida al emperador Obama!". La banda sonora la pondrán los aviones de la OTAN arrojando toneladas de bombas.
2 comentarios
Algarabía -
Y los medios reseñan la increíble sintonía entre Obama y Sarkozy. Sólo ha faltado un gran abrazo con Berlusconi.
Por cierto, acaban de declarar el estado de emergencia en toda Italia por la llegada de inmigrantes, algo que produce escalofríos. La Europa autocomplaciente está demasiado ocupada besando el suelo que ha pisado Obama para reaccionar ante semejante despropósito y demostrar que es algo más que una mafia de burócratas y parásitos al servicio de los intereses empresariales.
Sin duda, el emperador Obama nos salvará incluso de nosotros mismos.
Un abrazo
Una mirada... -
Al menos no se ha autoproclamado pastel de crema (Ich Bin Ein Berliner), como su admirado Kennedy